Aunque muchos piensan que los juguetes eróticos fueron inventados en los tiempos modernos lo cierto es que nada más lejos de la realidad. Los juguetes eróticos o sexuales se han utilizado casi desde el mismo momento que el ser humano descubrió el placer sexual. Hoy te voy a contar unas cuantas anécdotas curiosas e interesantes sobre los juguetes eróticos en la historia de la humanidad.
Bien es cierto que en las últimas décadas los juguetes eróticos han dado un salto evolutivo sin igual en la historia. Las nuevas tecnologías, una mayor demanda de juguetes eróticos y quizás que muchos tabús sexuales han caído son las principales causas. Por eso la tecnificación y sofisticación de los juguetes eróticos actuales han llegado a cotas altísimas.
Pero el ser humano siempre ha experimentado e investigado nuevas formas de conseguir placer. Y créeme si te digo que el ingenio y la ocurrencia en relación con los juguetes eróticos ha sido enorme.
Sin más voy a explicarte algunos de los juguetes eróticos antiguos más originales y curiosos que te puedas imaginar. Prepárate para un viaje por la historia del placer sexual.
Y vamos a comenzar por el principio, el juguete erótico conocido más antiguo tiene nada mas y nada menos que 23.000 años de antigüedad, en plena era Paleolítica. Se trata de un falo de piedra descubierto en el yacimiento de Hoble Fels en Alemania hace 15 años.
Aunque se encontró en muy mal estado y tuvo que reconstruirse a los investigadores no les cabe duda de que se utilizó para el placer. Se trata de un falo de unos 20 centímetros, unas medidas aproximadas a las de un pene erecto. Y se caracteriza por su suavidad gracias a un proceso de pulido bastante trabajado.
Los antiguos griegos también utilizaban falos para el auto placer, tanto hombres como mujeres. Lo mencionan varios autores en sus obras. Una anécdota curiosa es la que menciona Aristófanes en su obra “Lisístrata” en la que habla de una especie de “huelga de sexo” de las mujeres con los hombres.
El motivo de dicha huelga de sexo era poner fin a la guerra del Peloponeso, de la que las mujeres ya estaban cansadas. Para poder llevar a cabo ese boicot sexual a los hombres se complacían con falos de madera o piedra pulida.
También Hipócrates menciona los consoladores y recomienda a las mujeres su uso para combatir la “histeria femenina”. Aunque hoy en día una afirmación así sería muy machista si que acertó en recomendar su uso.
Se cree que los griegos utilizaban cuero o pieles de animales para recubrir los falos de madera y darles así una mejor similitud con el pene humano.
Que la cultura árabe que domino el mundo durante siglos durante la Edad Media fue una cultura adelantada y avanzada en muchos campos del saber lo sabemos todos. Pero que este avance también se dio en el campo de los juguetes eróticos quizás no sea tan conocido.
Así se menciona en obra “Las mil y una noches” en la que se habla de consoladores hechos de todo tipo de metales y materiales preciosos como el marfil, la plata o el oro. Sin duda sabían darse placer y mezclarlo con el lujo más exquisito. Doble ración de placer para ellos.
Los egipcios también tenían perfeccionado el arte de los juguetes eróticos. Utilizaban la arcilla o restos de huesos de animales para fabricar penes que eran utilizados con fines muy placenteros.
El pueblo egipcio era capaz de confeccionar juguetes eróticos con materiales diversos y que a nosotros nos provocarían hasta rechazo, como es el caso de heces de camello cubiertos con resina para darle suavidad.
También hay leyendas que hablan de Cleopatra y su gusto por los consoladores. Se supone que el propio Julio César le regaló uno de oro macizo. Son sólo leyendas sin ninguna evidencia científica como tantas otras de Cleopatra. Además, entre tu y yo, no si es muy creíble que un aspirante a emperador Romano compartiera a su amante ni con un consolador.
Si los juguetes eróticos ya hemos mencionado que son bastante antiguos y que han acompañado al ser humano desde que descubrió que podía tener orgasmos, no es tan antiguo el concepto de tienda erótica o sex shop.
Estas primeras tiendas de juguetes eróticos para mujeres se sitúan en el renacimiento italiano. En estas tiendas acudían las mujeres para comprar consoladores, principalmente de madera que debían lubricarse con aceite de oliva para poder conseguir placer con ellos.
Estas tiendas eróticas italianas parece que tenían bastante éxito e incluso exportaban sus productos a media Europa. Quizás ahí se sitúe el origen de la producción en masa de estos juguetes eróticos sentando las bases de los juguetes eróticos actuales.
Hasta entonces no hay constancia de muchas tiendas eróticas. Más bien parece que hasta ese momento los juguetes eróticos eran confeccionados de manera personal y artesanal.
Y aún existen otra serie de curiosas historias en torno a los juguetes eróticos del pasado. Estas ya algo más modernas y actuales.
Por ejemplo, el primer consolador con movimiento, lo que podríamos denominar el primer vibrador de la historia. Fue inventado en Inglaterra a finales del siglo XIX y su movimiento se lo debía a una pequeña máquina de vapor. Ya ves, la revolución industrial también fue una gran revolución para los juguetes sexuales.
Y si hablamos de placer sexual como forma de motivar a las tropas en la batalla, nadie como los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Ellos desarrollaron un servicio de muñecas hinchables para las tropas en el frente y en la retaguardia.
Parece que fue una idea del propio Hitler y su objetivo era evitar que los soldados recurriesen a prostitutas. Esto les ponía en peligro de contraer y propagar enfermedades de transmisión sexual y los soldados alemanes tenían que estar todos sanos para seguir invadiendo Europa.
Lo que se ve que no entendieron lo de “haz el amor” y no la guerra. Más bien lo usaron para lo contrario.